Buenos Aires (AICA): El domingo 1º de febrero, en el marco del Año de la Vida Consagrada, con diversas actividades en distintos lugares del mundo se iniciaron los festejos por los 100 años de fundación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, fundadas por San Luis Orione en junio de 1915. El acto central, que tuvo lugar en la casa provincial en el barrio porteño de Floresta, contó con la presencia de la superiora general, madre Maria Mabel Spagnuolo, quien acompañada por hermanas y laicos representantes de las diversas comunidades, dio inicio oficial al año del jubileo por el centenario.
El acto central, que tuvo lugar en la casa provincial en el barrio porteño de Floresta, contó con la presencia de la superiora general, madre Maria Mabel Spagnuolo, quien acompañada por hermanas y laicos representantes de las diversas comunidades, dio inicio oficial al año del jubileo por el centenario.
A lo largo de la jornada se realizaron variadas actividades coordinadas por la hermana María Trinidad Almada, superiora provincial y las hermanas del Consejo.
Durante la apertura del jubileo, la madre general expresó: “La gozosa celebración de nuestro Centenario de fundación es, sin duda, la alegría que brota de la memoria agradecida por cuanto el Señor hizo a través de nuestro santo fundador Don Orione, pero especialmente para aquellas que, con gran fe y confianza, recibieron su mensaje y adhirieron a sus ideales: ‘vayan, siembren la caridad de Jesucristo con sus palabras, con sus obras, sacrifíquense, hagan holocausto de sus vidas, inclínense con caritativa dulzura a la comprensión de los pequeños, de los pobres, de los humildes, porque en el más miserable de los hombres brilla la imagen de Dios’. Por lo tanto, el inicio de este Año jubilar significa para todas las hermanas el inicio de un año en el que nuestro amor a la vocación orionina recibida, a la congregación y al carisma, se transforma en acción de gracias, memoria y maravilla, alegría y celebración”.
Seguidamente se realizó la adoración eucarística donde cada una de las hermanas puso delante de Jesús Sacramentado su acción de gracias por estos 100 años vividos en su Providencia.
En grupos de cinco a seis misioneros integrados por hermanas y laicos se realizó una misión por el barrio con muy buena aceptación de los vecinos y transeúntes. Los misioneros recogieron las intenciones de las personas visitadas para presentarlas a Jesús de regreso a la capilla. Mientras, otro grupo permaneció en la adoración eucarística por los frutos de la misión.
A las 19, el vicario episcopal de la zona Flores, monseñor Ernesto Giobando SJ, presidió la Eucaristía de acción de gracias por el centenario en la que renovaron sus votos 10 hermanas junioras; las hermanas Rosa Vallejos Colina, Rosario Gallardo, Graciela Sánchez, Victoria Pérez y Ángeles Stang, que celebraron sus bodas de plata de profesión religiosa, y la hermana Zulema Ayala sus bodas de oro.
En la homilía monseñor Giobando expresó que "vale la pena gastarse y desgastarse por el Señor; si se nos va la vida en esto, vale la pena", y citando al papa Francisco dijo: "Espero de ustedes salir a las periferias existenciales; hay toda una humanidad que espera; hombres y mujeres en busca del sentido de la vida; no se replieguen en ustedes mismas; espero de ustedes gestos concretos; encontrarán la vida dándola a los demás, la esperanza, dando esperanza; el amor, amando".
Concelebraron con el obispo el padre Gustavo Aime FDP, provincial de los Hijos de la Divina Providencia, y otros sacerdotes orionitas y diocesanos.
Como cierre de la jornada la madre Mabel alentó a seguir tras las huellas de San Luis Orione: “Con empuje hacia el futuro, anunciando el Evangelio de la caridad”. Narró la historia de Don Orione en la casa madre de Tortona, donde tiene una visión del Sagrado Corazón de Jesús que le anuncia que desde ese lugar partiría su misericordia y su gloria. Se descubrió una gigantografía alusiva a la acción de gracias por el centenario y hubo una suelta de globos que representan las palomas de un sueño de Don Orione, también asociado al Sagrado Corazón de Jesús, que parten al mundo llevando la misericordia y la gloria de Dios.+
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