“Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia”

“Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia”

Diversas Iglesias y comunidades eclesiales celebrarán la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos, del 18 al 25 de enero

 Por Gilberto Hernández García  |

Como cada año, cristianos de diversas denominaciones estarán orando por la unidad de los seguidores de Cristo. movidos por aquellas palabras del mismo Jesús: “Que todos sean uno […] para que el mundo crea […]”. Se trata de la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos, que, desde 1908, se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero, es decir, entre las festividades de “la confesión de San Pedro” y la de “la conversión de San Pablo”.

Embajadores de la reconciliación

Este año se ha elegido como hilo conductor de la Semana de oración la cita tomada de 2 Corintios 5, 14-20, que ha dado origen al lema: Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia. El texto bíblico, según explica el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, “subraya que la reconciliación es un don de Dios destinado a toda la creación […] Como consecuencia de la acción de Dios, la persona que ha sido reconciliada en Cristo está llamada a su vez a proclamar esta reconciliación con palabras y obras […]”.

El texto paulino “pone de relieve que esta reconciliación no se da sin sacrificio: Jesús entregó su vida, murió por todos. Los embajadores de la reconciliación están llamados, en su nombre, a dar su vida de forma parecida. Ya no viven para sí mismos; viven para aquel que por ellos murió”. Los autores del material de apoyo para el Octavario subrayan: “Dios que nos ha puesto en paz con él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás”.

El equipo animador de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos señala que “el amor de Cristo nos apremia a orar, pero también a ir más allá de nuestras oraciones por la unidad entre los cristianos”; e insisten en que las Iglesias y las congregaciones necesitan el don de la reconciliación con Dios como fuente de vida. Pero aún más: lo necesitan para su testimonio común ante el mundo, según el deseo del mismo Cristo: “Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú me has enviado” (Juan 17, 21).

Los organizadores insisten en que el mundo “necesita embajadores de reconciliación que rompan barreras, construyan puentes, hagan la paz, abran puertas a nuevas formas de vida en el nombre de aquel que nos reconcilió con Dios, Jesucristo. Su Espíritu Santo nos conduce por el camino de la reconciliación en su nombre”.

Trabajo en unidad

La celebración de esta iniciativa se prepara con la participación de representantes de diversas Iglesias cristianas (católica, anglicana, ortodoxa, luterana, evangélicos, metodistas, etc.) Para preparar esta celebración anual, los asociados ecuménicos de una región en particular son invitados a elaborar un texto litúrgico de base sobre un tema bíblico. A continuación, un equipo internacional de editores formado por representantes del Consejo Mundial de Iglesias y del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, organismo de la Iglesia católica, pulen el texto para asegurarse de que puede ser utilizado como oración en todo el mundo y de que está relacionado con la búsqueda de la unidad visible de la Iglesia.

En el contexto del aniversario de la Reforma, el Consejo de las Iglesias de Alemania (ACK, por sus siglas en alemán) asumió la tarea de elaborar los materiales para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de 2017. Enseguida se vio con claridad que los materiales para esta ocasión tendrían que poner dos énfasis: por un lado, debería haber una celebración de la gracia y el amor de Dios, la “justificación de la humanidad a través de la sola gracia”, reflejando la preocupación principal de las Iglesias marcadas por la Reforma de Martín Lutero. Por otro lado, también se debería reconocer el dolor por las profundas divisiones subsiguientes que afligieron a la Iglesia, hablar claramente de culpa y ofrecer una oportunidad para dar pasos hacia la reconciliación.

Finalmente, fue la Exhortación Apostólica del Papa Francisco de 2013 Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio) la que aportó el tema de este año, al utilizar la cita: “El amor de Cristo nos apremia”. No olvidemos que recientemente, el Santo Padre visitó Suecia, para conmemorar el 500 aniversario del inicio de la Reforma que promovió Lutero en el año 1517, y cuya intención no era fundar otra Iglesia, sino reformar las costumbres que le parecían poco evangélicas en la Iglesia Católica. Es claro que no fue a festejar esa ruptura eclesial, sino a tender puentes de unidad y a sanar heridas del pasado.

Los materiales para celebrar esta Semana de oración pueden obtenerse en: goo.gl/KhKeDR o en: goo.gl/I2s32N

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